
Tomáš Čermák y Anna Podmanická, de 18 y 19 años, ganaron el Premio de la Tierra 2025 gracias a PURA, un purificador de agua que no solo limpia, sino que combate un problema creciente: las bacterias resistentes a antibióticos.
Su invento combina luz UV, plasma frío y fotocatálisis para eliminar residuos de antibióticos y microorganismos que hoy no se filtran en el agua potable, especialmente en zonas cercanas a hospitales, granjas y fábricas.
Ambos jóvenes desarrollaron PURA como parte de un concurso internacional de sostenibilidad. Su propuesta superó a más de mil iniciativas de 100 países y fue reconocida por su potencial para escalar de uso doméstico a plantas de tratamiento de aguas residuales.
Con el premio, recibirán 12,500 dólares para llevar su prototipo al siguiente nivel, mientras trabajan con mentores especializados en ciencia ambiental y salud pública.
Más allá del reconocimiento, su innovación pone sobre la mesa una urgencia: el acceso a agua limpia ya no es solo un tema de infraestructura, sino de salud global frente a nuevas amenazas invisibles.
¿Qué pasaría si apostáramos más por la ciencia joven como respuesta a los desafíos del planeta?
Fuente: La Cara Buena del Mundo