
Imagínate perder una pierna y tener que depender de una prótesis rígida que no siempre se mueve como debería. Un grupo de científicos del MIT desarrolló una rodilla biónica que se conecta directamente con el hueso y los músculos, haciendo que el movimiento sea mucho más natural.
Lo increíble es que esta prótesis no solo imita el movimiento de una rodilla real, sino que también “escucha” a los músculos, respondiendo a las señales que manda el cuerpo. Eso significa que las personas amputadas pueden caminar, moverse y hasta subir escaleras con mucha más facilidad y seguridad.
Lo que hicieron fue algo súper ingenioso: insertaron una varilla de titanio dentro del fémur residual para fijar la prótesis al hueso y conectaron electrodos a los músculos que quedan. Esas conexiones captan señales eléctricas del cerebro y las traducen para que la rodilla artificial se mueva justo como tú quieres. En pruebas clínicas hechas con dos personas amputadas, esta prótesis les permitió saltar obstáculos, subir escaleras y moverse con más agilidad que con dispositivos tradicionales.

Este desarrollo es un progreso enorme para la salud porque, además de mejorar la movilidad, también reduce el dolor y la incomodidad que muchas veces traen las prótesis tradicionales, y lo mejor ¡es que muchos de los usuarios dijeron sentir la prótesis como parte de su propio cuerpo! ¿Te imaginas cómo este avance puede cambiar la vida de alguien que conoces?
Fuente: La Cara Buena del Mundo