
La Ciudad de México dará un paso importante hacia el cuidado del medio ambiente. A partir del 1 de enero de 2026, separar la basura será obligatorio para todos los habitantes, con el objetivo de reciclar o aprovechar al menos el 50 % de las 8,600 toneladas de residuos sólidos que se generan cada día en la capital de nuestro país.
Actualmente, gran parte de esa basura termina mezclada y enviada a rellenos sanitarios, lo que dificulta su reciclaje. Con esta nueva medida, la ciudad busca que los residuos se clasifiquen desde casa en: orgánicos, reciclables, inorgánicos no reciclables y residuos especiales. Esto permitirá reutilizar materiales y reducir la contaminación.
Además, el gobierno implementará campañas de capacitación, infraestructura adecuada y rutas de recolección diferenciadas, para que la ciudadanía pueda cumplir con la norma de manera sencilla. Esta política no solo es una obligación sino una oportunidad para transformar la manera en que consumimos, reducir desperdicios y convertir a la CDMX en una ciudad más limpia, sostenible y responsable con el planeta.
Fuente: La Jornada